lunes, 4 de octubre de 2010

Punta de choros

No te vayas...

Hace 3 años fui por unas vacaciones de invierno a Punta de Choros. Ya en ese entonces la señora del quisco me advirtió de una futura catástrofe: pensaban poner una central hidroeléctrica en la zona. Lo peor es que no había forma de traspasar esta información a los medios. Estaba todo viciado. Si el chapulín colorado hubiese estado acá, habría anunciado orgulloso: "¡no contaban con mi astucia!". O con la astucia de actores y personas que se unieron para hacer un video y generar conciencia social (los queridos hippies de Pamela). Hoy en día, con las comunicaciones, es posible llegar a las masas incluso saltándose el medio principal, tele.


Poco a poco se fueron uniendo todos y un día se decidió protestar. Sin grandes preparaciones se logró reunir a casi 3.000 personas en el centro de Santiago para protestar pacíficamente. Para quien no lo crea, pueden ver el video. Sonaban creativos gritos como: "¡Somos caleta... más que la chucha, hippies de mierda, unidos a la lucha!" "¡No al guanaco, sí a los pingüinos!". Lo sorprendente fue la respuesta del "Estado". Bombas lacrimogenas a la cara de personas que no estaban haciendo nada más que mostrar su opinión y disgusto ante el cierre a poder dar esa opinión, carros lanzando agua con agresión respondiendo a una demanda de amor a la vida y la diversidad, encerradas y detenidos. Todo esto justificado en que "nadie puede pasar cerca de la moneda", por seguridad. ¿No era hora de avanzar? ¿Por qué retroceder? Por ahora la pelea fue fructífera, pero... ¿cuántas luchas más faltan por dar? Solo tomo una enseñanza de esta lucha por salvar Punta de Choros: tenemos que estar atentos, unidos y luchar con creatividad y sin violencia; que sí se pueden lograr los cambios que hace rato se están necesitando...

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