lunes, 4 de octubre de 2010

Valparaíso

Valparaíso, alma porteña

Tantos poemas, canciones, líricas han sido dedicadas a esta ciudad.
Ciudad cosmopolita, puerto variado... muchas de las ciudades
más emocionantes de este planeta tierra son puertos: buenos aires, amsterdam... el puerto como lugar de llegada y de salida. Ciudad de entretenimientos, de carnavales, de pobreza física y riqueza espiritual...

Un fin de semana en Valparaíso es un pecado, me dicen. Les creo. Hay tanto rincón por conocer, que haría falta mucho más tiempo. Hoy Valparaíso cuenta con muchos lugares para hospedar, desde los más económicos hasta los más pitucos. Particularmente nos quedamos en el hostal Nueva mente, porque nos llamó la atención el nombre y la página. No nos equivocamos, gente mágica lo habitaba. Pero así como ese hostal, está lleno de lugares llenos de amor dispuestos a recibir a los visitantes de esa ciudad de la cual un día se enamoraron y decidieron habitar.

Para conocer, es cierto, Valparaíso es un museo al aire libre. Cada rincón es una maravilla, no solo por su arquitectura, por sus calles estrechas y por la mezcla del antiguo y pomposo Valparaíso y el nuevo que en vísperas del progreso ha perdido parte de su identidad. También por su gente. Esa cosa de que puedes pasear por una calle y encontrar un carnaval o simplemente gente bailando para celebrar. La celebración constante llama mi atención. Me pregunto a qué responde, y solo pienso que se relaciona con su condición de puerto. El cambio constante que
nos hace vivir el presente. Quizás de ahí viene parte de la magia de Valparaíso. Es una ciudad del ahora.

Muchas cosas nos quedaron pendientes. El ascensor Polanco, reacio a conocerlo. Rincones escondidos y no tanto. Lugares que nos esperan, pero que no dejan de vivir sin nosotros. Otros ya los conocemos. Pasacalles culturales, maravillas de la arquitectura del plan de esta hermosa ciudad. El metro de Valpo que ofrece un bello paseo por solo $204. Playa ancha y sus bares. Ver un partido de Santiago Morning en la calle junto a chaguinos que con el corazón esperan el triunfo. Valparaíso es más grande que cada una de sus individualidades, y eso lo hace una ciudad como ninguna.

Vaya que hay que volver a descubrirla una y otra vez... esta ciudad sí que sabe lo que es mantener el amor vivo. Mantener la esencia y seguir adelante, cambiante y desafiante; sin perder la noción de que la vida es para disfrutarla...

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