El clima electoral se acalora, y las estrategias de los presidenciables para lograr ser elegidos se radicalizan. Creo que por suerte la encuesta realizada por la UDP, que tiene una validez metodológica mayor que las encuestas telefónicas realizadas con anterioridad, revela que los chilenos están confiando menos en el candidato de la derecha, Sebastián Piñera. Si bien ninguno de los candidatos presidenciales me convence, creo que es necesario matizar entre las futuras opciones para Chile.

Lo que me aterra de pensar el la posibilidad de que Sebastián Piñera salga electo presidente no es el hecho de que sea un candidato de derecha. Creer en la democracia implica creer que todos los sectores pueden ser representados, y que en el caso de que uno u otro sea elegido, es necesario bajar la cabeza en caso de que el candidato elegido no sea el preferido. Lo que me preocupa de este candidato es que no queda claro su postura política, pero lo que sí está muy claro es su postura económica, profundamente neoliberal. Cerca de mi casa pusieron una publicidad de Piñera anunciando: "Narcos, tienen los días contados". Y si bien los narcos en Chile existen, ¿realmente cree que ese es el gran problema de Chile?, o, ¿realmente cree que con más cárceles o carabineros en las calles nuestros problemas se solucionan?. Creo que el gran problema de Chile es lo que el mismo Sebastián Piñera encarna: la profunda desigualdad en que los chilenos y chilenas viven en todas las esferas de sus vidas. La postura neoliberal no puede dar solución al problema de la desigualdad, en cuanto es su fundamento. No puede más que esconder la desigualdad frente a otros problemas. Ya todos vimos como Bush en Estados Unidos inició una guerra contra el "terrorismo" mientras miles de estadounidenses no tenían acceso a salud. He visto en algunos medios comparaciones de Piñera con personajes como George Bush o, como aparece en el diario La Nación, como el Berlusconi chileno. Me gusta esto de que lo llamen "un lobo vestido de oveja", por sus contradictorias posturas en torno a temas como la píldora del día después. Es capaz, con tal de acceder al poder, de "izquierdizarse" y esto es una prueba de que su tema no es ser el candidato de la derecha. Su tema es querer acceder al poder político, ahora que ya posee el poder económico. Un poder económico desigual, concentrado y violento.
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